www.paquebote.com > JOSE ROMAN FLECHA
Algunas preguntas para renovar conocimientos, profundizar en algunos conceptos o aclarar dudas: ¿Qué significa la revolución sexual? Se dice que el ser humano se define por sus relaciones. ¿Qué tiene que ver esto con la sexualidad humana? ¿Existen referencias en los evangelios para la moral sexual? Se acusa a veces a san Pablo de ser enemigo de la mujer. ¿Es justa esa acusación? ¿Cuál es el mensaje específico del cristianismo sobre la ética sexual? ¿Cómo evaluar a la luz de la fe el homoerotismo y la homosexualidad?
RELIGIONES CRISTIANAS.
Las bienaventuranzas son un evangelio dentro del evangelio. Antes de ser leídas como un código ético, tendrían que ser escuchadas y meditadas como una revelación sobre Dios y sobre Jesús. Son, por eso mismo, un mensaje sobre el ser humano y sus anhelos de felicidad. En el corazón de toda persona, creyente o no creyente, están bullendo las bienaventuranzas. Basta hacer silencio para escuchar su clamor. Tras una introducción de tipo académico, este libro presenta una reflexión pastoral sobre cada una de las felicitaciones de Jesús a aquellos con los que ha querido identificarse.
De acuerdo con la encíclica Veritatis splendor, este manual parte de dos ideas fundamentales. En primer lugar, el deber moral se basa en la verdad última del ser humano. En segundo lugar, la moral cristiana remite necesariamente a la gozosa vocación del cristiano que supone el seguimiento de Jesucristo. En esta edición de Teología moral fundamental, la primera parte, dedicada a los fundamentos originantes de la moral cristiana, ofrece un recorrido por su historia, desde la aportación de la Sagrada Escritura y el magisterio de la Iglesia. La segunda parte recoge categorías éticas básicas, como la libertad y la responsabilidad, los valores y la conciencia, el pecado, la conversión y la virtud. Además de responder a las exigencias académicas y a las orientaciones recientes del papa Francisco, esta obra hace una constante referencia a la evangelización y a la necesidad de «producir frutos en la caridad para la vida del mundo», según la petición del Concilio Vaticano II a la Teología moral.
1ª edición.